14 diciembre 2013

Migración y remesas

Durante la década del 1990 las remesas (dinero enviado por los migrantes a sus países de origen), reconvirtieron en la segunda fuente de divisas en muchas naciones Latinoamericanos y Caribeñas, incluyendo a República Dominicana, además de México, Guatemala y Cuba, entre otras; ya para el año 2008, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calculó que los migrantes remesaron casi 70,000 millones de dólares hacia América Latina y el Caribe.


En la actualidad, aunque la recesión estadounidense y la crisis económica global, han reducido su crecimiento, las remesas, siguen desempeñando un papel muy importante para América Latina y el Caribe; en sentido general, las remesas constituyen sustancialmente, a las economías sociales, en particular, a las familias con pocos recursos económicos. Si bien, existen transferencias masivas de recursos que forman parte de redes extendidas de solidaridad y reciprocidad entre parientes y amigos, el grueso de las remesas, llega a los sectores más vulnerables de la población, especialmente a mayores, niños, envejecientes, a menudo mediante medios informales.

En este contexto, las remesas ayudan a satisfacer necesidades apremiantes como son:

Alimentación, vivienda, ropa y atención médica, más escasamente a generar ingresos y empleos; también, para el pago de deudas, educación, ahorro, adquisición de propiedades, cubrir gastos urgentes y servicios profesionales. Varias investigaciones han confirmado que los hispanos nacidos en el extranjero, tienden a remitir más remesas que los nacidos en Estados Unidos de América.

Estudios de Casos: Puerto Rico, República Dominicana y Méxic
En el año 2008 el Negociado del Censo, en Puerto Rico, calculó que el 51.6% de todas las personas de origen puertorriqueño vivían en Estados Unidos de América. Los 4.2 millones de residentes de descendencia puertorriqueña, representan el segundo colectivo de extracción Latinoamericana en Estados Unidos de América, después de los mexicanos.

Puerto Rico, se ha convertido en una encrucijada migratoria, un verdadero escenario de desplazamientos geográficos múltiples, entrecruzados, de ida y vuelta de personas de diferentes nacionalidades. Una resultante de esta fluida demografía, es la circulación masiva de personas y dinero, entre la isla de Puerto Rico, y otros territorios.

El cálculo de los envíos de los dominicanos residentes en Puerto Rico, a República Dominicana, ascienden a 240 millones de dólares, aproximadamente el 10% de las remesas a Santo Domingo, en el años 2004. Estudios evidencian que los dominicanos en Puerto Rico, destinan una porción significativa de sus ingresos (alrededor de 189 dólares al mes) para sus familiares en Santo Domingo.

Esta práctica ha creado, una demanda cada vez mayor de empresas destinadas al envió de valores, que incluyen: dinero, paquetes y regalos, a la República Dominicana; de esta manera, Puerto Rico, se ha convertido en un exportador de remesas hacia Santo Domingo. En consecuencia, la economía dominicana depende cada vez más de transferencias de fondos de los dominicanos que residen en: Estados Unidos de América, Puerto Rico, España, Italia y otros países.

El censo de 2002 de República Dominicana, demostró que el 10.2% de todos los hogares recibía regularmente dinero del exterior.

Otros estudios han revelado proporciones mayores de receptores de remesas, llegando al 38% de los hogares Dominicanos, una de las más elevadas, entre los países latinoamericanos encuestados. En el año 2008, las remesas representaron el 6.8% del Producto Interno Bruto (PBI) de la República Dominicana; además los inmigrantes haitianos en la República Dominicana, enviaron 33 millones de dólares a Haití en el 2007, según el BID.

México, es el tercer receptor de remesas en el mundo, después de India y China; aun así, en el año 2008 las remesas apenas representaron el 2.3% del PBI mexicano.

Las remesas enviadas a México desde Estados Unidos de América se gastan principalmente en el consumo en especial en la manutención familiar. Tales fondos estimulan múltiples actividades económicas en México, incluyendo ahorro, inversión y producción.

Para el México Urbano, se ha calculado que las remesas financian casi el 20% de las pequeñas empresas. Un elemento comparativo, constante en determinar los valores promedios de los envíos de los distintos grupos.

Diversos estudios han encontrado que los migrantes de Puerto Rico, enviaban un promedio mensual de remesas de $118 dólares, comparado con $148 dólares para República Dominicana, y $268 dólares para México.

En Puerto Rico los desembolsos federales especialmente asistencia nutricional, subsidios de viviendas y becas de estudios, funcionan como una red de protección social en Puerto Rico, papel que las remesas desempeñan en otros países latinoamericanos. Además la mayoría de puertorriqueños tiene seguro de desempleo e incapacidad.

En Conclusión: Las remesas son una de las expresiones más tangibles de los lazos transnacionales. Como grupo, los dominicanos y mexicanos participan más activamente en redes transnacionales que los puertorriqueños.





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